¿Cómo mantener una actitud positiva?

Mantener una actitud positiva

Cómo mantener una actitud positiva cuando la vida nos trae momentos difíciles, inesperados, que a veces no sabemos cómo enfrentar y superar. En ocasiones, también el entorno nos llena de energía negativa.

En esta publicación, me gustaría compartir algunas ideas o consejos que nos pueden ayudar sobre todo en esos momentos difíciles, cuando estamos inmersos en pensamientos y ambientes negativos.

¿Qué significa tener una actitud positiva?

Consiste en confiar en nosotros mismos, ser optimistas, creer que el esfuerzo es valioso y brinda buenos resultados, desterrar nuestros pensamientos negativos automáticos, repetitivos o del pasado.

Como cualquier hábito, pensar en positivo requiere constancia, pero la recompensa merece la pena. Nos ayuda a mejorar la salud, reducir el estrés, resolver problemas y lograr nuestros objetivos.

¿Cómo comenzar a entrenarnos en este hábito? Algunos consejos que nos pueden ayudar:

  • Aceptemos las cosas como vienen.

Significa aprender a diferenciar si está en nuestras manos cambiar algo. Si es así, actuemos. Pero si hay hechos ante los cuales no podemos hacer nada, entonces dejemos que las cosas pasen como tengan que pasar. Es un gasto de energía inútil pretender modificarlas. Aunque a veces sea duro, no forcemos las cosas. Hagámonos fuertes para afrontarlas de la mejor manera posible.

  • Encontremos el lado bueno.

Cuando estemos en lo que pareciera ser una situación negativa, hagámonos las preguntas correctas. Son aquellas que empiezan con QUÉ y CÓMO en lugar de POR QUÉ, por ejemplo:

¿Qué hay de positivo o bueno en esta situación?
¿Qué oportunidad podría encontrar en este escenario?
¿Cómo puedo hacerlo diferente la próxima vez para obtener mejores resultados?
En lugar de:
¿Por qué me pasa esto a mí?

Pero démonos algo de tiempo. No siempre es fácil ver el lado positivo de las cosas sin antes tomar un poco de distancia y recuperarnos ante el impacto inicial de un hecho difícil.

  • Cambiemos el lenguaje y los gestos

Las palabras que usamos son más importantes de lo que a simple vista parece. Reduzcamos al mínimo los NO y otras palabras en negativo. Hagamos lo mismo con esas expresiones que empiezan con condicionales (si hubiera hecho esto, si lo hubiera pensando antes, …) 
Sonriamos y seamos amables con nosotros mismos y con los demás.

  • Empecemos el día de una manera positiva

La forma en que comenzamos el día generalmente suele marcar la pauta para el resto de él.
Si empezamos el día moviéndonos lentamente, teniendo una conversación edificante con alguien, leyendo algún artículo o podcast inspirador durante el desayuno, escuchando música durante el viaje al trabajo, probablemente el día transcurra de forma diferente. Quizás no sin dificultades, pero con una disposición distinta para enfrentarlas.

  • Vayamos despacio

Cuando vamos demasiado rápido, las cosas no suelen salir muy bien. El estrés se acumula, comienzan a brotar los pensamientos negativos y tenemos una sensación de falta de control.

Si reducimos la velocidad solo por unos minutos, caminando, hablando o comiendo más lento, entonces nuestra mente y nuestro cuerpo también se calman. Se vuelve más fácil pensar con claridad nuevamente y encontrar una perspectiva optimista.

  • Hagamos una pausa

Antes de responder o actuar automáticamente, hagamos una pausa. Al detenernos, nuestras acciones y respuestas ya no se vuelven automáticas y conectadas con resultados del pasado. Al hacer una pausa, podemos enfocarnos en la experiencia real, actual, el dolor o el placer, el miedo o el entusiasmo.
En la quietud antes de que surjan nuestros viejos hábitos, podemos volvemos libres.

  • Tratemos de vivir en un entorno positivo

Lo que nos rodea y todo lo que dejemos entrar en nuestra mente tendrá un gran efecto en nosotros. Pensemos cuáles son las fuentes de negatividad en nuestra vida: personas, sitios web, noticieros, podcasts, música, redes sociales, etc. Tratemos de dedicarles menos tiempo esta semana y busquemos otras más positivas en su lugar.

  • Enfoquémonos en el momento presente

A Mark Twain se le atribuye la siguiente cita: “En mi vida he pasado por cosas terribles, algunas de las cuales sí sucedieron”.
Cuanto más enfocados en las cosas malas que nos ocurrieron o en las desgracias que creemos que vendrán, más pesimistas nos volvemos. Estos pensamientos nos debilitan, emocional y físicamente.

En cambio, cuando prestamos atención al momento presente, es mucho más fácil acceder a las emociones positivas, observar lo que está sucediendo y ser práctico sobre lo que realmente podemos hacer.

  • Hagamos cosas que nos gratifiquen

Moverse, caminar, hacer algún deporte, meditar, hablar con amigos, tener un hobby, alimentarse y dormir bien, comer algo rico, hacer algo que nos guste, trabajar en algo que nos apasione, …

  • Seamos agradecidos

Tomémonos un par de minutos al levantarnos o al irnos a dormir, prestemos atención a las cosas que tenemos y demos gracias. Cosas simples pero que muchos no tienen. Otras que tal vez damos por sentado: desayunar con un rico café todas las mañanas o tener una cama caliente en invierno, por ejemplo.

Empecemos poniendo en práctica alguno de estos consejos hasta que lo hayamos incorporado. Si nos ayuda, podemos escribir notitas recordatorias con los que elijamos. Finalmente:

¡Tengamos confianza en nosotros, disfrutemos el momento presente y dejemos que las cosas pasen como tengan que pasar!