Hablemos sobre Autoestima.

Hablemos sobre autoestima - Blog
¿Qué es?

Autoestima es lo que nosotros creemos y sentimos sobre nosotros mismos, no lo que piensa o siente alguna otra persona acerca de nosotros.

Tener una buena autoestima nos permite tener dudas, expresar temores sin sentir vergüenza, cambiar de opinión, tener derecho a los fracasos, a las decepciones, pedir ayuda sin sentirnos menos, aceptar nuestras limitaciones y tener expectativas realistas con respecto a nuestras posibilidades y al futuro.

Horstein (2011) dice:
Una autoestima consolidada permite dar curso, dar alas, a lo que se piensa, a lo que se desea, enfrentar dificultades, no ser demasiado influenciable por la mirada de los otros, tener sentido del humor… Se puede sobrevivir a los fracasos y a las desilusiones, negarse a los abusos, expresar dudas, tolerar cierta soledad, sentirse digno de ser amado y soportar el dejar de ser amado por una persona imaginando que puede haber otra, aunque no haya otra en lo inmediato. (p. 16)

Autoestima Baja.

¿Qué señales nos pueden avisar que tenemos una baja autoestima?

– Nos resulta difícil expresar nuestros gustos y opiniones por miedo a ser rechazados.
– Vemos al resto de las personas como superiores a nosotros y nos gustaría ser como ellos.
– No nos esforzamos por conseguir lo que queremos porque de antemano creemos que no lo vamos a lograr.
– Necesitamos la aprobación de los demás con mucha frecuencia.
– Casi nunca estamos contentos con lo que hacemos ya que creemos que podría estar mejor .
– Nos cuesta tomar decisiones porque creemos que nunca serán las correctas. 
– Pensamos en nuestras debilidades pero casi nunca nos detenemos a pensar en nuestras fortalezas.
– Estamos nerviosos la mayor parte del día.
– Nos sentimos evaluados casi constantemente en situaciones sociales.
– Tenemos sentimientos de culpa.
– Nos vemos poco atractivos o envidiamos la vida de los otros.
– Creemos que no tenemos nada valioso que aportar.
– No nos sentimos felices o merecedores de las cosas buenas de la vida.

Si notamos que nos pasa algo de esto, quizás sea el momento de empezar a ver cómo mejorar nuestra autoestima.

Autoestima saludable. ¿Cómo se cultiva?

En primer lugar, desechando esas ideas erróneas de que la admiración de los demás, el matrimonio o la maternidad, las posesiones materiales, las cirugías estéticas o un buen look, el éxito profesional, entre otras cosas, harán que aumente nuestra autoestima.
Es cierto que esto a veces esto ayuda a que nos sintamos mejor con nosotros mismos, pero en sí mismas estas cosas solo nos dan una sensación de comodidad, una zona de confort, que no es lo mismo que una buena autoestima.

– Seamos realistas.
Tenemos defectos y también virtudes. Entonces, aceptemos lo que no hacemos tan bien y aprendamos. No restemos importancia a lo que sabemos hacer, valorémoslo. El objetivo no es ser perfectos, sino ser felices, estar a gusto con nosotros mismos.

– Empecemos a pensar en positivo.
Cambiemos el pensamiento. El “no puedo” por “voy a intentarlo”, “me va a ir bien”. Si nos damos cuenta de que tenemos muchas cosas valiosas, puede que podamos salir del bucle negativo.

– Pongámonos metas realistas, que podamos cumplir relativamente fácil.
Así, poco a poco las podemos aumentar, y veremos que paso a paso estamos consiguiendo lo que nos proponemos. Si fracasamos, aprendamos de ello sin culparnos de nuestros errores, ya que fallar es una manera de saber cómo hacerlo de manera distinta la siguiente vez. Afrontemos retos.

– No nos comparemos con los demás.
Cada persona es un mundo y nosotros somo los dueños del nuestro. Si vivimos envidiando e idealizando la vida del resto, lo único que conseguiremos es sentirnos desgraciados. Todos tenemos algo bueno que aportar.

– Hagamos críticas constructivas acerca de nosotros mismos.
Que todo lo que nos digamos sirva para mejorar, no para estancarnos y culpabilizarnos. No nos descalifiquemos: cuestionemos lo que hacemos, no lo que somos.

– Superemos nuestras cargas.
A veces arrastramos trabajos, relaciones, hábitos que no nos satisfacen, no nos gustan y no nos aportan nada. Por eso, es necesario que podamos reconocerlos, tomar cierto control sobre la situación, pensar en positivo y tratar de cambiarlos.

– Cada noche antes de acostarnos…
Pensemos en las cosas buenas que nos ha traído el día, las dificultades superadas, los errores que hemos cometido y cómo podemos mejorar.

– Tratémonos con cariño y respeto, siempre.
Somos lo mejor que nos ha pasado, así que intentemos demostrárnoslo. Tenemos derecho a ser felices. Y a hacer felices a los demás contagiándoles nuestro optimismo.

Como dijimos, la autoestima es lo que nosotros creemos y sentimos acerca de nosotros. No alcanza que todos nos demuestren afecto y nos respeten, si no somos capaces de recibir ese afecto y respeto por no creernos merecedores del mismo.

¡Trabajemos en ello!

Referencia Bibliográfica
Horstein, L. (2011), Autoestima e Identidad, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.